viernes, 14 de febrero de 2020

¿Por qué hacer robots de Sumo?



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El Sumo es un arte marcial japonés donde luchadores corpulentos se enfrentan en un área circular. Es el deporte nacional de Japón y sus orígenes se remontan al siglo VIII, aunque el Sumo moderno,  más o menos como lo conocemos hoy, proviene del s. XVII.
Pero ¿cómo y por qué llega el Sumo a los robots? Al igual que otras competiciones de robots, la competición en sí misma no es más que la excusa para otros fines. Entre estos objetivos se encuentran:


  1. Fomentar el intercambio de ideas y experiencias entre investigadores en robótica (recordad que estas competiciones surgen en el ámbito universitario y de investigación).
  2. Aplicar conocimientos de robótica a entornos diferentes (un tatami para sumo, por ejemplo) y que plantea retos interesantes.
  3. Pasarlo bien y divertirse, que no es menos importante


El sumo robótico al igual que el fútbol para robots y otras competiciones sale del ámbito de investigación y se extiende y generaliza con la llegada de la robótica educativa y amateur. Robots de sumo que en los 90 sólo estaban al alcance de laboratorios de investigación ahora son accesibles para cualquiera con unos mínimos conocimientos de electrónica y programación y sin necesidad de un gran desembolso económico.

El sumo robótico se inventó en Japón a finales de los 80 por Hiroshi Nozawa, jefe de Fuji Software Inc. El primer torneo se celebró en agosto de 1989 con 33 robots y desde entones el sumo robótico se ha ido haciendo popular en todo el mundo. En ambientes de aficionados es una de las competiciones más populares, probablemente por la sencillez de las reglas y del juego. Sólo se necesitan dos robots, un tatami de ciertas dimensiones (podéis consultar las dimensiones oficiales de competición nacional de sumo robótico japonesa aquí) y un cronómetro.
Cada partida dura 3 minutos. Pierde el robot que con cualquier parte de su cuerpo toca el exterior del tatami. Si en esos 3 minutos ninguno ha perdido y el combate está en tablas será el árbitro quién decida el contrincante que gana o si se celebra una prórroga.

En Logix5 no podemos resistirnos a hacer nuestras propias partidas de sumo robótico en las clases, nos ayudan a aprender a construir robots más robustos, que aguanten los embates de los contrincantes, a comprender bien los sensores infrarrojos que harán que nuestros robots no se salgan del tatami y los de ultrasonidos que nos permiten detectar dónde está el contrario.



Tan tan popular se ha hecho el sumo robótico que desde 2014 hay una competición de sumo para robots "mediocres", la hebocon. Este nombre proviene de la palabra japonesa "heboi" que quiere decir imperfecto, de poca calidad. El principal objetivo de esta competición no es desde luego ganar, sino divertirse y construir y ver los robots más extravagantes y peculiares. ¡No dejéis de echar un vistazo a los robots tan originales que se construyen para esta competición!

Para saber más:


  • De Sumo: 

  • De Sumo robótico:

  • De Hebocon:

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