Las representaciones
que los niños hacen en edades tempranas son muy reveladoras de cómo
se va construyendo su particular visión del mundo. La
“visualización” o la “percepción visual” es un aspecto muy
importante a tener en cuenta como parte del desarrollo integral.
Teniendo en cuenta la evolución de sus representaciones, en la edad comprendida entre 7-9
años están en la “etapa esquemática”. En este estadio de
desarrollo inician a representar según un esquema mental que tienen
de las cosas, y definen las cosas por su uso, así como descubren
las primeras relaciones espaciales. De hecho, se pueden ver que en
muchos de los dibujos que realizan sitúan todos los elementos bajo
la “línea del horizonte”, o elementos transparentes como “rayos
x” que describen que contienen las cosas en su interior. Los
elementos, generalmente personas o animales, suelen descritos
frontalmente, como si se vieran de frente, ya que no alcanzan del
todo a reconocer las tres dimensiones. Estas características
demuestran además que el niño empieza a tener noción “social”
de lo que le rodea, y de su propia relación con el mismo. Aunque la
concepción del espacio es muy personal y aunque puede ser
incentivado, no puede ser forzado.
En el curso inicial
de robótica con niños y niñas de estas edades supone un gran reto
para este aspecto – entre otros-, ya que la propuesta es que puedan
construir en tres dimensiones un objeto que previamente ven
representado en dos. Los niños y niñas se esfuerzan en interpretar
convenciones representacionales, observar y relacionar objetos y
dimensiones. Además se parte de cuestiones concretas que pueden
identificar y desarrollar sus observaciones de forma intuitiva.
| Imágenes de las 1as construcciones del curso Dream 1 |
Estas cuestiones se
ven muy claramente reflejadas en las primeras construcciones. Por un
lado, suelen ser bastante planas, por otro lado observo que casi
todos los niños (chicos) a los que casualmente les gustan coches,
motos, camiones, etc. crean algo parecido, porque en realidad es su
imagen mental que tienen con los objetos que están familiarizados.
En realidad, esto último se sitúa dentro de un debate sobre si los
niños representan lo que “ven” o lo que “saben”, y para
añadir una nueva vía al debate, los niños representan lo que
experimentan: lo que ven, tocan, sienten, etc.
Sagrario Martín
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