domingo, 29 de enero de 2017

Realimentación

Uno de los conceptos más importantes de la robótica es el control realimentado. Una de las maneras en las que nosotros comenzamos a trabajar este concepto es con un circuito para un robot. El objetivo que planteamos a los alumnos es recorrer este circuito concreto sin ningún tipo de realimentación sensorial. Chicos y chicas montan el vehículo con piezas y motores, colocan la placa Arduino y la programan para que el robot sea capaz de recorrer en concreto ese circuito que hemos diseñado en clase. Es imprescindible probar y ajustar tiempos de movimiento y giros hasta que al final conseguimos que el vehículo recorra ese circuito de manera aceptable.




¿Qué nos permite este proyecto? En primer lugar surge de manera natural la necesidad de la realimentación: rápidamente vemos que si pudiésemos contar con información de lo que está ocurriendo en la realidad podríamos modificar el comportamiento del robot y corregir las desviaciones. En segundo lugar se ve de manera evidente que esta manera de programar no permite adaptar el comportamiento del robot a cambios por mínimos que sean:  si la posición de inicio es ligeramente diferente el robot ya no realiza el recorrido previsto, si las pilas están más gastadas, si de un día para otro variamos ligeramente el circuito ya no nos vale...

De esta manera, con este proyecto y esta situación surge en el grupo la necesidad de incorporar sensores, de medir y tener en cuenta estas medidas para corregir la acción del robot: necesitamos realimentación.

También podemos aprovechar esta experiencia para dialogar sobre la importancia de la realimentación en nuestras acciones. Al igual que les ocurre a los robots, si no somos capaces de modificar nuestro comportamiento con lo que observamos en la realidad nos resultará muy complicado adaptarnos a los cambios inevitables en el entorno. ¡Nos encanta no separar robótica de vida!

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