Nos gusta mucho reivindicar el enorme papel que tiene la creatividad en la robótica. Parece que aún hoy hay muchas personas que identifican la robótica educativa con juguetes más bien pasivos, donde los chicos y chicas se limitan a mirar cómo los robots funcionan solos. ¡Nada más alejado de la realidad! La robótica educativa es una herramienta privilegiada para desarrollar y trabajar los aspectos más creativos. ¿Qué puede requerir más imaginación que construir y programar un pequeño robot que evite obstáculos? No hay recetas, ni soluciones únicas. Hay retos, piezas, sensores, motores, ideas, programas, experimentos... Cada uno buscamos nuestra manera, inventando el robot que más nos gusta, el que nos parece que es más apropiado para resolver el reto... Y para eso hay que poner en marcha todos los conocimientos que hemos ido adquiriendo, ponemos a pruebas hipótesis, re-elaboramos ideas que a lo mejor no eran todo lo buenas que creíamos... En fin, aprendemos resolviendo retos con robots. Y lo disfrutamos mucho.
Cuando nos toca inventar con todo lo aprendido, es donde podemos ver que todo el tiempo empleado ha sido maravilloso, y que el trabajo realizado junto a ellos ha merecido la pena. Gracias chicos y chicas del Colegio Enrique Tierno Galván por vuestras creaciones, y os invitamos a todos a ver estos vídeos de cada uno de los robots creados.
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