Científicos de la Universidad de Essex han desarrollado unos peces robóticos (en concreto, carpas) que se utilizarán en el puerto de Gijón para la detección de contaminación en el agua.
Cada robot tiene la capacidad de efectuar una navegación autónoma desplazarse por las profundidades nadando, con movimientos idénticos a los de un pez real, a una velocidad de unos 3.6 kilómetros por hora. Además, están programados para volver automáticamente a su estación de carga cuando las baterías están próximas a agotarse luego de unas ocho horas de funcionamiento. Los científicos esperan poder utilizar diminutos sensores químicos en el pez para encontrar posibles fuentes de contaminantes peligrosos en el agua, como las fugas de tuberías submarinas. Los datos son transmitidos entre los peces y a la superficie mediante enlaces Wi-Fi.
Fuente: Neoteo
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