Es una ciudad como todas, con casas, calles y campos de fútbol.
Con un coqueto ayuntamiento, de arquitectura futurista y coches circulando.
Que no descuida la vida cultural y en su teatro los ciudadanos disfrutan de representaciones de ópera.
Donde los niños duermen por la noche y se levantan al amanecer para acudir a sus colegios.
Incluso tiene vecinos fiesteros, los del primero, que han dado una fiesta que se ha prolongado más de lo deseable y la policía acude a velar por el buen descanso del resto de los ciudadanos.
Y ¡cómo no! es una ciudad para todos, una ciudad adaptada que usa la tecnología para hacerle a todos la vida más sencilla. En los pasos de cebra una luz y un sonido avisan a las personas con discapacidad visual que viene un vehículo.
Esta es la ciudad robotica que han imaginado y construido los alumnos de la extraescolar de robótica del Colegio María Virgen con su profesora Estela.
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