Ya es un clásico en nuestros talleres de iniciación a la robótica, y no nos cansamos de hacerlo. Nos encanta hacer el molino y aprender con esta sencilla construcción cómo conectar un motor y conseguir movimiento. Pero además nunca dejamos pasar la oportunidad de hablar sobre la energía, de desenchufar el motor de las pilas, engancharle un LED y mover nosotros las aspas, generando con nuestro movimiento electricidad, a través de este motor empleado como generador. Es una experiencia sencilla pero reveladora: los molinos luminosos.
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